Inside Health: Conocimiento que empodera

Este proyecto nació de una frustración muy personal: la falta de un puente real entre el mundo de la salud y mi vida diaria.

Desde niña siempre fui la gimnasta del equipo más descoordinada, con dos pies izquierdos pero con una enorme curiosidad, pasaba todos los entrenamientos preguntándome por qué mis compañeras podían caer paradas al intentar una pirueta nueva y yo siempre terminaba cayendo de cabeza, de rodillas, del cuello... de todo menos de pie.

Pasé años observando desde la orilla cómo funcionaba la máquina que es el cuerpo humano: los diferentes ángulos para girar, la velocidad al correr, hasta la mentalidad para triunfar... Entendí que el cuerpo humano es la máquina más específica que existe, diseñada con una perfección que supera a cualquier aparato industrial.

Pero cuando trataba de compartir este asombro con mis amigas, familiares ocualquiera que quisiera escuchar, y les hablaba de hormonas con nombres imposibles o mecanismos con 17 sílabas, me daba cuenta de que no despertaba su interés. La ciencia por sí sola no es suficiente; necesita ser traducida, personalizada, que conecte realmente con nuestra vida y nuestra cultura.

Desde entonces, decidí que quería contagiar ese entusiasmo por ‘las maravillas del cuerpo humano’. En cualquier proyecto escolar, y cualquier oportunidad en general, el tema siempre era el mismo: hablar sobre la salud con la misma pasión que sentía cuando entendía por qué yo no podía caer parada en la gimnasia.

Cuando llegó la pandemia, la salud dejó de ser un tema lejano para convertirse en algo que tocaba a todos. La gente comenzó a interesarse, a buscar respuestas, a querer entender lo que pasaba. Pero me di cuenta de algo importante: sin importar los niveles socioeconómicos, la educación en salud seguía siendo difícil, porque se habla en un lenguaje frío, técnico y ajeno. No se siente personal, y aunque es lo más personal que existe, nos cuesta hacerla cercana.

Entonces nació Inside Health. Empecé, de la forma más nerd posible, lanzando datos de salud como si fueran chismes, todo con un Instagram para no olvidar lo que aprendía y compartirlo de forma sencilla. Mi mamá encontró la cuenta, luego mi hermana, mis amigas y amigos, y poco a poco más personas se fueron sumando. Pero la verdad, no es fácil convencer a alguien de que lea sobre cómo funciona el ibuprofeno con mucho entusiasmo.

A lo largo de estos años he aprendido que la clave para que la salud realmente importa es que la entendamos de forma intuitiva, que conecte con cada persona, que sea algo que podamos usar para cuidar de nosotros mismos desde la prevención y la curiosidad, no solo para reaccionar ante una enfermedad.

Hoy, Inside Health ha surgido a ser más que una cuenta. Es un proyecto que conecta a estudiantes apasionados por la salud con líderes del sector. Se crean artículos, videos, entrevistas y contenido que habla en el lenguaje de todos los días, con ejemplos claros y hasta referencias sociales, como comparar hormonas con personajes de Friends o explicar tus neurotransmisores con tus personajes populares, para que temas complejos tengan sentido real y se sientan cercanos.

La misión es clara: incrementar los niveles de educación en salud. Porque cuando entiendes cómo funciona tu cuerpo, te empoderas para vivir de forma más consciente. Este entendimiento logra desarrollar tu versión más auténtica y productiva.

En México, desgraciadamente el sistema de salud está roto en muchos niveles, pero no todo depende del gobierno o los hospitales. Parte de la solución está en nosotros. Cuando la población entiende lo básico, cómo funciona su cuerpo, qué señales no ignorar, y cómo prevenir enfermedades, puede tomar decisiones más informadas y exigir una mejor atención. Un sistema saturado mejora cuando quienes lo usan lo hacen con conocimiento. No se trata solo de infraestructura, sino de educación. Si las personas entienden su salud desde lo esencial y de la manera más natural, interactuando con la tecnología con la que ya usan en su día a día, pueden encontrarse con el sistema a mitad de camino y cambiarlo desde adentro, poco a poco.

Hoy nos está tocando vivir un momento histórico, donde la inteligencia artificial, la telemedicina y las herramientas tecnológicas están devolviéndole el poder de la salud a las personas. Más que nunca, existe la posibilidad real de voltear el negocio de la salud para que crezca desde el mejoramiento y la prevención, en lugar de alimentarse de la confusión y de una medicina puramente reactiva.

A través de Inside Health he tenido el privilegio de trabajar, investigar y conocer de cerca a compañías, investigadores, emprendedores y doctores que están desarrollando tecnología enfocada en la personalización y la prevención de la salud, un ángulo que hoy casi no existe. No podría estar más emocionada de ver cómo la tecnología se convierte en nuestro aliado y cómo el puente entre la salud y el ser humano cada vez está más sólido y mejor estudiado.

Dentro de Inside Health, buscamos cerrar esta brecha, empoderar a las personas con información que no solo sea correcta, sino que también se sienta personalizada y útil.

En retrospectiva, me da gusto que no caí de pie en la gimnasia. Si lo hubiera hecho, quizá no habría despertado la curiosidad que hoy guía todo lo que hago. A veces hay que caer de cabeza para ver el mundo desde otra perspectiva y entender que, a veces la solución está en lo sencillo. Aunque exista toda la tecnología y los desarrollos de la inteligencia artificial, para mejorar el sistema de salud lo más revolucionario sigue siendo entender cómo funciona el cuerpo humano.

Todavía queda mucho camino por delante, esto apenas empieza. Seguiré trabajando para que Inside Health sea no solo una plataforma, sino un movimiento y una comunidad que represente un entendimiento profundo, accesible y honesto de la salud a nivel mundial. Porque la salud no debería ser un código complicado, sino la base para que cada persona pueda ser su mejor versión, con conocimiento y confianza.

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